La electrificación de la movilidad está avanzando con fuerza más allá de las carreteras tradicionales. Cada vez más sectores industriales, logísticos, urbanos y recreativos están incorporando vehículos eléctricos off-highway (OHV): maquinaria y soluciones de transporte que operan en fábricas, almacenes, aeropuertos, obras, entornos agrícolas, forestales o de servicios municipales.
Este mercado, valorado en 2.800 millones de dólares en 2024, crecerá a un ritmo anual del 10% hasta 2034, impulsado por la regulación europea, las Zonas de Bajas Emisiones y los objetivos de descarbonización.
Los avances en baterías, autonomía y recarga han acelerado la adopción de equipos eléctricos como carretillas elevadoras, dumpers, manipuladores telescópicos, vehículos UTV, triciclos industriales o carros urbanos multifunción. Empresas españolas como Ausa, Corvus, Greencar y Mooevo están destacando en este nuevo escenario gracias a su innovación y capacidad de fabricación local.
Entre ellas, MOOEVO se ha consolidado como referente en soluciones eléctricas para servicios urbanos, logística de última milla y movilidad profesional. Su tecnología —que nació durante la pandemia con sistemas eléctricos adaptados para sillas de ruedas— ha evolucionado hacia vehículos como el MOOEVO Smart, ya utilizado por Correos y numerosos ayuntamientos. Este carrito-patinete eléctrico permite transportar carga y asistir al operario tanto a pie como sobre plataforma, reduciendo el esfuerzo físico, acelerando los tiempos de trabajo hasta un 32% y ofreciendo cero emisiones.
La electrificación off-highway avanza con rapidez y abre grandes oportunidades para optimizar la eficiencia de las ciudades y la industria. Soluciones como las de MOOEVO, fabricadas en España y totalmente adaptables a cada servicio, están impulsando esta transición hacia una movilidad profesional más segura, ágil y sostenible.

