Las emisiones de CO2 del transporte per cápita en las economías emergentes todavía están muy por debajo del promedio de la OCDE. En India, el CO2 emitido por habitante fue casi una vigésima parte del promedio de un país de la OCDE. Por lo tanto, una persona promedio en India contribuye menos CO2 en un año que alguien que toma un vuelo transatlántico de ida y vuelta.
Difícilmente se puede esperar que las economías emergentes frenen su desarrollo económico y dejen de mejorar los niveles de vida como precio por limitar el cambio climático. Por lo tanto, el desafío es adaptarse a la creciente demanda de transporte que a menudo viene con el desarrollo económico de una manera ambientalmente sostenible.
Para hacer frente a este desafío, el Foro Internacional de Transporte, en colaboración con el Instituto Wuppertal (WI) y con el apoyo de la Iniciativa Climática Internacional (IKI) del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) de Alemania, está llevando a cabo el proyecto Descarbonización del Transporte en Economías Emergentes (DTEE).
En el contexto de la iniciativa más amplia de Descarbonización del Transporte (DT) de la ITF, el proyecto DTEE ayudará a los gobiernos de los países emergentes a establecer vías para reducir las emisiones de CO2 del transporte y cumplir las promesas de reducción de CO2 en virtud del Acuerdo de París.
Los países participantes son Argentina; Azerbaiyán; India y Marruecos. Para ellos, la ITF diseñará un marco de evaluación de emisiones de transporte hecho a medida. Esto tendrá en cuenta todas las características relevantes de los países, incluidos sus planes de desarrollo, y permitirá a los gobiernos comprender mejor la actividad de transporte actual y futura y las emisiones de CO2 relacionadas. Las herramientas de modelado y los escenarios de políticas ayudarán a identificar medidas efectivas de mitigación de CO2 en el transporte.
El equipo del proyecto trabaja en estrecha cooperación y coordinación con las agencias gubernamentales de los países participantes, los tomadores de decisiones locales, investigadores, otros expertos y organizaciones de la sociedad civil. Los talleres de las partes interesadas, los eventos de capacitación y la difusión de los resultados del proyecto ayudarán a crear capacidad para la futura investigación y desarrollo de políticas de transporte mucho más allá de la duración del proyecto.
Los cuatro países participantes representan una amplia gama de desafíos para la descarbonización del transporte en las economías emergentes. Difieren con respecto a la región del mundo, las especificidades económicas y las características de la infraestructura. Comparten similitudes en que los cuatro tienen menores emisiones de CO2 del transporte per cápita que el promedio de la OCDE, pero mayores tasas de crecimiento de la actividad de transporte. En todos ellos, satisfacer la creciente demanda de transporte al mismo tiempo que se reducen las emisiones de CO2 es un desafío fundamental para los responsables políticos.