Uno de los aspectos centrales al discutir la logística de última milla se enfoca en los almacenes urbanos y microhubs. Estas instalaciones juegan un papel crucial en la reducción de la distancia que los vehículos de entrega deben recorrer, buscando acortar al máximo ese vital «última milla». Sin embargo, su implementación se ve enfrentada a una serie de desafíos significativos.
Pero antes que nada, ¿Qué son los microhubs urbanos? Los microhubs urbanos son instalaciones logísticas de tamaño reducido ubicadas estratégicamente en áreas centrales de las ciudades. Su propósito principal es agilizar la distribución de productos, especialmente aquellos procedentes del comercio electrónico, con el fin de mejorar la movilidad urbana y optimizar el proceso de entrega. En resumen, son centros de operaciones logísticas de escala reducida que facilitan la distribución eficiente de mercancías en entornos urbanos densamente poblados.
Uno de los principales obstáculos para la efectiva operación de estos almacenes urbanos es la búsqueda de ubicaciones adecuadas. El objetivo es encontrar espacios lo suficientemente cercanos a los núcleos urbanos para optimizar la entrega, pero sin incurrir en costos exorbitantes que puedan desequilibrar la viabilidad económica del proyecto. Esta dicotomía entre proximidad y costo representa un verdadero rompecabezas para las empresas de logística.
La demanda de ubicaciones estratégicas dentro de las ciudades está en constante aumento, impulsada por el crecimiento del comercio electrónico y la necesidad de una entrega rápida y eficiente. Esto crea una competencia feroz por el espacio disponible, lo que a su vez puede generar una escalada en los precios de alquiler o compra de propiedades cercanas a los centros urbanos. Las empresas deben equilibrar cuidadosamente estas consideraciones financieras con la necesidad de operar cerca de los clientes para minimizar los tiempos y costos de entrega.
Además, la infraestructura existente y las regulaciones locales pueden imponer limitaciones adicionales a la ubicación y operación de los almacenes urbanos y los micro hubs. Zonas con restricciones de tráfico, limitaciones de espacio o normativas ambientales pueden complicar aún más la búsqueda de ubicaciones adecuadas.
Para abordar estos desafíos, las empresas están recurriendo a soluciones innovadoras. Esto puede implicar el uso de tecnologías avanzadas para optimizar la gestión del inventario y la distribución en espacios reducidos, así como colaboraciones con empresas inmobiliarias para desarrollar soluciones a medida que se adapten a las necesidades específicas de la logística de última milla.
En resumen, si bien los almacenes urbanos y los microhubs ofrecen una estrategia prometedora para mejorar la eficiencia de la distribución de última milla, su implementación exitosa requiere superar una serie de desafíos, desde la búsqueda de ubicaciones adecuadas hasta la gestión de costos y regulaciones locales. Sin embargo, con un enfoque creativo y colaborativo, estas barreras pueden ser superadas para construir un sistema logístico más ágil y eficiente.
Las empresas como MOOEVO, que desarrollamos soluciones en micro movilidad eléctrica para empresas de reparto sostenible, nos hemos adaptado a ofrecer productos que se adapten a estos centros y maneras de trabajar, ya que tienen sus propias características y necesidades. Muchas veces suelen estar ubicados en parkings, y es necesario que los carros de reparto puedan entrar y salir cómodamente, que se puedan guardar fácilmente, cargar las baterías con seguridad, etc…
Ver también: Logística verde en la distribución de última milla