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Flotas eléctricas sostenibles para empresas: Tendencias

Las flotas eléctricas sostenibles para empresas están revolucionando el transporte corporativo. Estas flotas reducen las emisiones de carbono y los costos operativos, contribuyendo a una mayor eficiencia energética. Las tendencias actuales incluyen el aumento de vehículos eléctricos comerciales, infraestructura de carga más accesible y avances en baterías de larga duración. Además, las empresas adoptan la movilidad eléctrica como parte de sus estrategias de sostenibilidad, mejorando su reputación ecológica y cumpliendo con regulaciones medioambientales más estrictas.

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Logística verde (Green logistics)

La logística verde se refiere a la implementación de prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente en todo el proceso de transporte y distribución. Además de utilizar vehículos eléctricos, la logística verde también abarca la optimización de rutas, la reducción de desperdicios y el uso de materiales reciclables en los embalajes. El objetivo es minimizar el impacto ambiental de las operaciones logísticas, desde la producción hasta la entrega final al consumidor.

Movilidad urbana sostenible

Este concepto se refiere a la planificación y desarrollo de sistemas de transporte en las ciudades que reduzcan las emisiones de carbono y la contaminación, y promuevan el uso de vehículos eléctricos o compartidos, bicicletas, y soluciones de transporte público eficientes. La movilidad urbana sostenible busca crear ciudades más limpias y menos congestionadas, promoviendo la electrificación del transporte y otras alternativas ecológicas en el contexto urbano.

Transporte multimodal sostenible

El transporte multimodal implica el uso de diferentes modos de transporte para mover mercancías desde el origen hasta el destino, optimizando la eficiencia y reduciendo el impacto ambiental. En este contexto, los vehículos eléctricos para la última milla se integran con trenes eléctricos, transporte marítimo ecológico o bicicletas de carga para formar una cadena de suministro más limpia. Esta combinación de medios de transporte minimiza el uso de combustibles fósiles y reduce la huella de carbono general de la operación.

Smart logistics (Logística inteligente)

La logística inteligente utiliza tecnologías avanzadas, como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y los sistemas de gestión de flotas, para optimizar las operaciones logísticas. En el caso de las flotas eléctricas, la logística inteligente permite el monitoreo en tiempo real de los vehículos, la planificación eficiente de rutas y la gestión de la carga de baterías, lo que contribuye a un uso más eficiente de los recursos y una reducción de los costos y las emisiones.

Ciclo-logística

La ciclo-logística implica el uso de bicicletas o triciclos de carga para realizar entregas, especialmente en áreas urbanas congestionadas. Estas soluciones no solo son altamente sostenibles debido a la ausencia de emisiones, sino que también son eficientes en términos de espacio, ya que pueden navegar mejor por calles estrechas y congestionadas. En algunos casos, estas bicicletas pueden estar asistidas eléctricamente para mejorar su capacidad de carga y aumentar la eficiencia en distancias más largas.

Distribución colaborativa (Collaborative distribution)

En este modelo, varias empresas colaboran en el uso compartido de recursos logísticos, como vehículos y almacenes, para optimizar el proceso de entrega. En el caso de las flotas eléctricas, esta colaboración puede mejorar la utilización de los vehículos, reducir los costos operativos y disminuir el número de vehículos en las calles, lo que a su vez reduce las emisiones de carbono y la congestión urbana.

Vehículos de bajas emisiones (Low-emission vehicles – LEVs)

Aunque los vehículos eléctricos son un tipo de LEV, este concepto engloba una gama más amplia de tecnologías, como los vehículos híbridos o aquellos que utilizan combustibles alternativos como el hidrógeno o el gas natural. Los LEVs representan una alternativa intermedia para empresas que aún no están listas para adoptar completamente vehículos eléctricos, pero desean reducir sus emisiones y cumplir con normativas ambientales cada vez más estrictas.

Plataformas de economía circular

La economía circular en logística se refiere a la creación de modelos de negocio que minimicen los residuos y maximicen el uso de los recursos. Esto incluye el reciclaje de embalajes, la reutilización de materiales y la optimización de los procesos logísticos para reducir el desperdicio. En el contexto de las flotas eléctricas, una economía circular también puede incluir la gestión responsable de las baterías al final de su vida útil y el reciclaje de los componentes de los vehículos.

Microhubs de distribución

Los microhubs son pequeños centros de distribución localizados estratégicamente en áreas urbanas o suburbanas que permiten la consolidación de entregas. Desde estos microhubs, las mercancías pueden ser distribuidas en vehículos eléctricos de pequeña escala o bicicletas de carga. Esta estrategia reduce la distancia que los vehículos deben recorrer y minimiza la congestión en las zonas urbanas, optimizando la eficiencia de las entregas de última milla.

Car-sharing y vehículo compartido en logística

El uso compartido de vehículos, o car-sharing, está comenzando a aplicarse en el ámbito logístico, donde varias empresas pueden compartir una flota de vehículos eléctricos para reducir costos y maximizar la utilización de cada unidad. Este enfoque permite a las empresas acceder a flotas sostenibles sin tener que adquirir o mantener los vehículos, lo que representa una solución flexible y eficiente, especialmente para pequeñas y medianas empresas.

Almacenes autónomos y vehículos autónomos

Los almacenes autónomos utilizan robótica y automatización para manejar mercancías de manera eficiente, reduciendo los costos operativos y las emisiones indirectas al optimizar el uso de energía. Los vehículos eléctricos autónomos también están en desarrollo y se espera que en el futuro puedan realizar entregas de última milla sin intervención humana, lo que podría mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de las operaciones logísticas.

Estos conceptos complementan la visión de un futuro más sostenible en el transporte y la logística, donde las flotas eléctricas juegan un papel fundamental en la reducción del impacto ambiental de las operaciones de última milla.